domingo, 17 de julio de 2011

Volver



Hay ciudades que te enamoran. Lugares que inspiran. Y hay ciudades que están ligadas a tu historia, bien porque has nacido allí o bien porque de alguna u otra forma forma parte de ti. Eso es Inglaterra para mí.

No nací allí, como cualquiera que me haya escuchado chapurrear inglés puede atestiguar; tampoco he pasado largas temporadas andando entre sus calles. Pero bajo su cielo he vivido lo bastante como para no poder verla con ojos de turista.

La he visitado muchas veces y sólo hay algo que se ha mantenido constante en cada ocasión: nunca he encontrado en ella lo que iba buscando.

Cuando sólo quería conocer gente, descubrí el amor; cuando buscaba amistad, conocí gente; cuando quise pasarlo bien, me hizo comprender; cuando huía de mi misma, me encontré y cuando quise admirar sus monumentos, me recordó mi historia.

Como siempre, os dejo algunas fotos.


Londres Monumental:




Vistas y Paisajes:


Buen Verano!

2 comentarios:

baston dijo...

me gusto mucho tu entrada. Me encanto cuando hablas sobre como ciertos lugares nos dan algo que no esperabamos ;), especialmente en este momento, me encuentro en un lugar que no para de sorprenderme...tanto para bien como para mal.un saludo!!

La_Esperada dijo...

Los lugares son como las personas, nunca dejan de sorprendernos ;)

Amnistía Internacional