Hoy caí en la cuenta de que, día más arriba, día más abajo, hace cinco años que la conocí. En aquel momento ignoraba que mi vida estaba a punto de cambiar, por lo que no tomé la precaución de anotar el día en el calendario.
Pero según mis cálculos debió de ser por el mes de junio cuando nos vimos por primera vez. Quedamos a la salida de su trabajo. Por aquel entonces, también ignoraba que sus compañeras serían las mías. Nuestras vidas se han cruzado y descruzado tantas veces, desde antes incluso de conocernos, que cuesta trabajo pensar que tras ese cúmulo de casualidades no se encuentra alguien jugando a los dados con nuestros destinos.
Cinco años después, y seguimos tejiendo nuestra relación entre las cuatro puertas de un coche. Cinco años después y seguimos robando minutos al tiempo.
A veces me da por pensar qué sería de mi vida si no la hubiera conocido entonces. Si ella hubiera sido de otra. Qué caminos tan distintos habríamos seguido si no nos hubiéramos encontrado aquella tarde. O si las personas que antes llenaban nuestros días no se hubieran marchado.
Pero quien juega a los dados con nuestras vidas quiso que nos cruzáramos aquella tarde, en aquel aparcamiento a la salida de su trabajo. Y a partir de ahí el resto fue inevitable.
Para Ella va esta canción, que casualmente también sonaba en la radio en aquella época, narrando nuestra historia y la historia de tantas otras personas, desconocidas, cuyos ojos se encuentran de pronto entre la gente:
Feliz aniversario.
Se me cuidan.
3 comentarios:
Pues muchas felicidades.
También para quien tira los dados.
Besos.
Gracias :D
Enhorabuena
(tengo envidia cochina)
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