Pánico II (o la relatividad del mercado)

Pedí una segunda opinión acerca del problema de mi portátil:

- El problema no es la clavija, el problema es que hay que abrirlo y desmontarlo entero. Y el portátil tiene piezas y circuitos muy pequeños. Busca otra tienda, aunque te va a costar trabajo que alguien se arriesgue a cogértelo.

Una tercera:

- Yo arreglo de todo. Menos portátiles. Son sistemas demasiado delicados. Pero sí trabajo con una empresa de Irun que sí los coge. Ellos tienen unas máquinas especiales con las que abren y prensan los portátiles, de forma que no se dañe nada. Y ofrecen una garantía de un año.

- ¿ Y de cuánto dinero estaríamos hablando ?.

- Depende de si sólo se te ha soltado, de si se han roto los enganches, de si están soldados a la placa... en ese caso serían unos 300 ó 400 €.

- ¿ Y si yo no aceptara el presupuesto ?.

- En ese caso serían 25 € más el transporte, que no te lo cobraría si esperásemos a enviarlo con otro pedido más grande.

Cuarta opinión:

- Sí, eso es sencillo, sólo hay que cambiarle la clavija.

- ¿ Qué serían ... ?.

- 25 €.

- ¿ Y cuánto tiempo ?.

- En el mismo día.

Al salir de la última tienda me sentía como si fuera una reportera de incógnito que estuviera haciendo un reportaje sobre las estafas en las tiendas de informática.

La cuarta opinión era de un chaval con pinta de friki que no debe de ser ni mayor de edad. Es también quien me ha arreglado el portátil desde el que ahora escribo, en cuestión de horas y por el precio estipulado: 25 €.

Moraleja: no vuelvo a dejar nada en ningún sitio antes de pedir 4 opiniones.

Se me cuidan.