A veces no me gusta lo que hago. Otras tengo que morderme la lengua para no decir lo que pienso. A veces se me hace un nudo en la garganta y me quedo sin palabras de aliento para los familiares. Tampoco sé si llegado el momento sería capaz de aplicarme mis propios consejos.
De pronto la conciencia de nuestra indefensión ante el destino se hace demasiado evidente, el pellejo se me pega al cuerpo y sólo deseo volver a abrazarla.
Quizás, de todas las cosas seguras de este mundo, la única verdadera sea que ninguno nos vamos a quedar aquí. Normalmente ni siquiera sabemos en qué momento y bajo qué circunstancias nos marcharemos. Mientras, intentamos aferrarnos a esas pequeñas cosas que hacen que el viaje merezca la pena, o a aquellas otras, grandes, heroicas, que justifican toda una existencia. Porque hay muchas formas de asumir o ignorar nuestra efimeridad, pero sólo una de alcanzar la eternidad.
Se me cuidan.
7 comentarios:
Hagamos eterno este instante,
Hagamos eterno este momento.., éste, no otro..
Hagamos imborrable el recuerdo del día en el q nos conocimos..
Hagamos realidad un deseo: Q nuestro amistad sea ETERNA..
(pq para mí ya es tarde para borrarte de mi vida, mi niña..)
(Gracias x tus pals.. Gracias, de verdad..)
Te quiero mucho,
Male.
Te comenté tb en el post de "La Eternidad".. Volver a leerlo, me hizo mucho bien..
Besitos!
Qué bonitas palabras...
Hagámoslo!
Un abrazo fuerte!
Me hiciste pensar, me gustó.
Ah, me gusto volver a leer 'la eternidad'.
Besos.
Besos Jauroles! :)
Si los árboles no te dejan ver el bosque, llámame, los bosques son mi fuerte.
Besos, guapa.
Eso suena bien, Candela, muy bien.
En estos momentos estoy descansando a la sombra de un bonito árbol, junto a un riachuelo. Pero estaría bien vernos, con o sin bosque.
Besos!
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