miércoles, 14 de julio de 2010

Disculpas


Me han pedido perdón muchas veces. Menos de las que me gustaría, seguro, pero las suficientes como para saber reconocer unas disculpas cuando las tengo delante.


Hoy me han pedido perdón de la forma más sutil que recuerdo. Sutil y elegante. Varios meses después del hecho a disculpar, pese a habernos tratado desde entonces prácticamente a diario. Pese a ser evidente que hacía mucho que lo había perdonado.


Y es precisamente por eso que el gesto tiene más valor, porque no surge de las ganas de reconciliación, ni siquiera de la necesidad de conseguir el perdón del otro. Es sólo un reconocimiento hacia la postura de la otra persona, un homenaje a la justicia y a la humildad.


Entonces y ahora: disculpas aceptadas.


Se me cuidan.

3 comentarios:

Mirta Peces dijo...

sí. a mí tb me parece un acto de humildad y de reconocimiento por el error.
O sea, q estamos de acuerdo, vaya

Anónimo dijo...

Qué bien sienta, eh? Para ambos.

Besos.

La_Esperada dijo...

Sip :D

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