martes, 19 de febrero de 2008

Secreto Profesional


Hoy he tenido una sesión de terapia de familia. O algo parecido. Una historia común, triste y bonita al mismo tiempo. No puedo ni quiero comentar nada más sobre el caso. Pero por aquellos caminos por los que discurre la asociación libre de ideas me he sorprendido a mi misma volviendo a escuchar la banda sonora de City of Angels. Otra de mis películas favoritas.

Esta vez no os voy a hablar de ella, ni siquiera os voy a transcribir la letra de una canción. Os dejo sencillamente una pregunta.




Si alguien con muy mala leche os diera a elegir entre estas dos alternativas, ¿con cuál os quedaríais?:

¿Conocer el amor y luego perderlo (1), o no llegar a conocerlo nunca, y así ni disfrutarlo en su brevedad ni sufrir su pérdida (2) ?






Se me cuidan.



10 comentarios:

Anónimo dijo...

pufffff
son preguntas que me vienen cm anillo al dedo...a pesar de todo, me kedo cn la primera.
el amor verdadero deja una estela que dura en el tiempo, asi k esa estela (o las cenizas del amor, cm kieras llamarlo) nos da un impulso a seguir...nu sé.
töy sensible hoy.
no preguntaré nada, pero espero k vaya todo bien.
besos
marta

Anónimo dijo...

Todo bien. El año bisiesto comienza a mostrar su cara amiga. Aunque sabes que soy supersticiosa. Así que prefiero seguir cruzando los dedos, y seguir estudiando.
Besos

Anónimo dijo...

Bueno espero que esta noche me cuentes cómo surge esa pregunta...
Me quedo con sentir y vivir un amor verdadero y correspondido, con entrega mutua y total, con su correspondiente sufrimiento y dolor por la pérdida, antes de pasar una vida sin conocer el amor.

Te veo luego!! Besos

Anónimo dijo...

Hola! Anoche estuve muy bien en tu casa, todo un acierto...Jeje...Espero que como esta hayas muchas más sin que Susana se quede dormida!!
Bueno, nos hemos pringado a contestar tu pregunta, pero ¿y tú? ¿con qué opción te quedas?, Besos. CJ

Anónimo dijo...

eso, sarita, pringate y después actualiza!!jaja
besos
marta

Anónimo dijo...

Me alegra que lo pasaras bien en la cenita. La próxima con Marta!

La respuesta a la pregunta... la pongo en la actualización... y así matamos dos pájaros de un tiro (qué expresión más horrible, verdad?)
Besos

Anónimo dijo...

Yo también lo pasé muy bien, aunque me abandonasteis demasiado temprano, así no hay quien queme la noche ni haga buen empleo de la nata... por cierto, ¿os la llevasteis?

Anónimo dijo...

Ok, actualiza y responde, me parece bien.

Me parece aún mejor que la próxima sea con Marta.

Bueno la nata, se quedó allí y para usarla siempre hay tiempo y todo es ponerse...practicaremos, tranquila...jeje.

Debo reconocer que me fui en contra de mi voluntad. Dije mil veces de irnos porque Susana no era persona, no porque quisiera irme. Y ya ves que la pobre aguantó allí por mí, para que estuviera con vosotras...que linda!!

Este fin de semana lo tengo bastante pillado, no creo que nos veamos...Cuídate, besos. CJ

Perugorría dijo...

Es normal tomar la primera opción. No hay vuelta de hoja para pensar lo contrario. ¿ Existe imbécil que tome la primera opción? Es tan corto el amor y tan largo el olvido... Neruda lo sabía bien. Claro que ese se enamoró un millóm de veces. Saludos Esperada, sabes que no me olvido de ti.

Anónimo dijo...

Intuyo que hay muchas personas que toman la segunda opción, más o menos inconscientemente. En frío quizás tod@s respondemos ¡claro, claro, viva el amor, vamos a vivirlo!

Pero después no es tan fácil. Hay muchas personas que eligen la comodidad, la estabilidad o la seguridad antes que cualquier otra cosa. El miedo al cambio es un impulso motivador potentísimo. Te sorprendería ver la cantidad de síntomas que la gente puede llegar a desarrollar y las situaciones que puede llegar a tolerar... por mantener el status quo y no romper con su vida anterior. Y no creo que sea por estupidez. Es casi un imperativo biológico: la naturaleza tiende a buscar y a mantener la homeostasis.

Pd.- me alegra verte por estos lares.

Besos

Amnistía Internacional