lunes, 15 de agosto de 2011

Mi agosto


Aunque a veces parece que el mundo que conocemos tiene los días contados y muy pocos se atrevan a confiar en el futuro; ahora que el calendario Maya adquiere más vigencia cada día y nos preguntamos, sorprendidos, si acaso aquellos indios zarrapastrosos sabrían lo que se decían cuando auguraban para finales del año que viene el fin de una Era... Aún con esas, hay cosas que se mantienen estables y que nos devuelven la confianza en que el mundo sigue dando sus vueltas con normalidad.


Ni el Papa con su visita y la Conferencia Episcopal con el anuncio al estilo promoción 2x1 del Carrefour: "Para hoy, el perdón del pecado del aborto a las jóvenes que se acerquen al JMJ"; ni Londres ardiendo en llamas ni los gobiernos jugando a los recortables ni nuestras clases avanzadas de economía, han podido con los domingueros en las playas.

Es cierto, ahora la mayoría sólo se acerca al chiringuito para ir al servicio o para adquirir algún elemento, increíble pero cierto, no incluido en el despliegue logístico vamos-a-pasar-un-día-en-la-playa-que-no-nos-falte-de-ná.

Pero si tienes la poco original pero socorrida idea de acercarte a las playas de Andalucía en un fin de semana de agosto, vas a tener la tranquilidad de comprobar que no te faltará quien te plante la sombrilla en la nuca o quien se ponga a jugar a las paletas a escasos centímetros de tu toalla. Spain is different. Nuestro inexplicable deseo de socializarnos con el prójimo, quiera o no el prójimo, es irrefrenable en agosto.

Sí, yo soy una dominguera. No importa que sea fin de semana de agosto o fiesta nacional, si tengo la menor oportunidad de escaparme unas horas de los 41 º grados a las 21:o0 de la noche, me pongo el bikini, cojo el coche, lo lleno hasta lo indecible de bártulos, sombrilla y nevera incluidas y me lanzo a la conquista de mis 2 metros cuadrados de playa.

Y es que ya casi nada es lo que era, pero si nos vamos a ver en la indigencia, por lo menos que el moreno sea de playa y no de asfalto.

Hasta la victoria, siempre.

2 comentarios:

baston dijo...

jaja una entrada realista si señor...yo de todas formas no conozco mucho las abarrotadas playas españolas en agosto, siempre me iba de vacaciones en septiembre porque julio y agosto los pasaba trabajando...en una piscina eso sí :P

La_Esperada dijo...

El mejor sitio para trabajar en verano, sin duda, tan sólo superado por las escuelas deportivas de verano ;)

Amnistía Internacional