Soy amante de las nuevas tecnologías. Me apasiona Internet y sus infinitas posibilidades. Creo que, a grandes rasgos, y aunque se hayan perdido muchos puestos de trabajo por el camino, el progreso tecnológico nos ha brindado un sinfín de comodidades y ha permitido que nuestra especie evolucione a pasos agigantados en su conquista por controlar el mundo que le rodea.
Creo en Internet como un medio alternativo, rápido y eficaz de comunicación, capaz de sortear barreras físicas o psicológicas.
Conozco las bondades y perversiones de los chats, foros y blogs.
Escribo y cuelgo imágenes en este Blog con cierta asiduidad. Participo con mis visitas y comentarios en otros tantos.
He conocido a muchas personas a través de Internet. Con la mayoría únicamente me relaciono o me he relacionado a través de la propia red, cosa que me resulta gratificante en sí misma, pero a algunas, por distintas circunstancias, las he llegado a conocer en persona.
Sin embargo hay algo en este cibermundo, precisamente de lo más extendido, con lo que no comulgo. Estoy hablando de las redes sociales tipo Facebook, Tuenti, etc.
Lejos de parecerme un avance tecnológico, se me antoja un puro instrumento de cotilleo y control. Un Gran Hermano sútil y multitudinario donde todo el mundo es susceptible de ser colgado en fotos, etiquetado y relacionado, con o sin su permiso, con o sin su conocimiento.
- Pues anda que los Blogs...- diría mi madre.
En un blog su autor es el que decide lo que publica o lo que no. Tiene la opción de decidir si enseña el culo o desnuda su alma, si escribe entre líneas o fantasea.
Normalmente los autores de los blogs somos lo bastante egocéntricos como para centrarnos en nuestras vidas y cuándo hablamos de gente cercana, cosa inevitable, solemos tener la delicadeza de emplear nombres falsos, iniciales, pseudónimos o sujetos elípticos. Somos conscientes de que estamos expuestos ante este gran e invisible escaparate de Internet y por eso mismo solemos ser cautelosos cuándo se trata de nombrar a terceras personas.
Pero las redes sociales tipo Facebook tienen un funcionamiento distinto. Siendo su objetivo, casi por definición, relacionar contactos entre sí, ampliar una red que se alimenta de sí misma, tiene la capacidad de crear al mismo tiempo cierta ilusión de privacidad.
Se suben fotos reales. Normalmente fotos en las que aparecen más personas. De eventos, de grupos... se etiquetan con nombre y apellidos. Se relaciona con centro de estudios, con empresas, con aficiones. Es casi imposible escapar a esa invisible red.
Las empresas ya usan las redes sociales para buscar información acerca de los candidatos a un puesto de trabajo o acerca de sus propios empleados.
Cada vez es más frecuente el espionaje a través de sus páginas. Los jóvenes navegan en los muros y álbunes de los amigos de sus amigos/parejas en busca de fotos o comentarios delatadores.
- ¿No dijiste que no habíais salido ese fin de semana?.
- ¿Quién es esa con la que se te vé tan acaramelado en la foto que tiene colgada tu prima?.
- ¿No estabas mala esa noche?.
- ¿Qué hacías en Marbella el otro día?.
- ¿Tú no estabas de baja?. Ay no, se me coló una pregunta del jefe en la parte personal!
Se me cuidan.
9 comentarios:
En parte tienes razón, pero no puedo dártela del todo porque yo estoy enganchada a facebook...a ver si en un rato te monto alguna teoría para llevarte la contraria ;)
Bua, me acaba de entrar el canguelo padre!!!!
Acabas de recordarme por qué era yo tan reacia a subir fotos al caralibro....
Cierto, en parte llevas razón. Sin embargo, creo que depende mucho del uso que queramos darle a esas redes sociales, por tanto, como todo, puede ser benigno o perverso...
Bueno, en las redes sociales es esencial configurar muy cuidadosamente la privacidad.
Saludos.
Yo, es q soy más de encuentros casuales... Además, a mí lo de enseñar el culo... Prefiero desnudar el alma!!!! (como diría nuestra querida Cande!)
Bss!
Male.
Rectifico... Cande prefiere al revés..., pero es q yo y mi culo
tenemos un pacto de honor...!
Male.
Espero la teoría, Mirta. Mientras tanto, Jauroles y CJ. Yo puedo tener blindadísima la privacidad y hacer un uso pulcrísimo de las redes sociales, que eso no va impedir que salga en videos y fotos de personas que tienen su perfil público.
Jajaja, buscándote, Blue Glue, ha sido cuándo he descubierto lo que no debía.
Esta entrada ha surgido tras descubrir, con horror, en el Facebook de uno de mis contactos, una foto en la que aparezco, por supuesto nada favorecida, que fue tomada hace 18 años.
Pacto de honor... sí?
Besos.
Es, básicamente, lo que pienso yo de las redes sociales.
De hecho, no estoy en ninguna con mis datos reales, sólo en twitter y es con mi avatar. Para mejorar el tráfico de mi blog.
Pues, eso, que las redes sociales son un verdadero problema y que lo mejor que se puede hacer con ellas es un disimulado mutis.
Besitos.
Pos'eso, Candela.
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