domingo, 24 de enero de 2010

Chartres

" (...) Hicimos el viaje a Chartres casi exclusivamente para ver la Catedral. Mi madre había visto fotos en un especial del National Geographic y desde entonces estaba con la idea de visitarla.

La Catedral lo merece. Por afuera, una catedral gótica como Dios manda: con sus torres, sus rosetones y sus pórticos con esculturas. Ya desde afuera llamaba la atención en uno de sus torres laterales la figura esculpida en relieve de una especie de ángel que hacía las veces de reloj de sol en vértice. Figuras y gárgolas daban la bienvenida a los visitantes. Pero lo más espectacular nos aguardaba dentro.



En la guía advertían que la construcción tenía cientos (¿miles?) de metros de vidriera, que conferían al interior una luz azulada característica. Era de las cosas más bonitas que descubrimos allí, pero no la única.


Otro detalle que merece especial atención es el prebisterio, donde estaban esculpidas cerca de 40 escenas de la vida de Jesús a tamaño real, en piedra y con sus correspondientes filigranas góticas.



Hice fotos a un par de escenas e intenté captar también una imagen general, aunque no conseguí plasmar la inmensidad de aquella obra de arte, que ocupaba casi la mitad de la catedral.



En el paseo posterior céspedes, callecitas con escaleras y cuestas y una calle repleta de tiendas que gustosa me hubiera traido enteritas para Sevilla.

Se me cuidan.

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