miércoles, 10 de junio de 2009

Munchausen


Hugo me mira con cara de cordero degollado. Otra vez tiene un embudo metido en la cabeza. Pero a diferencia de lo que nos pasaría a nosotros en su situación, él no sufre apenas por eso. Lo que lleva peor es la dieta estricta que le ha mandado el veterinario.

- Lo que me preocupa no es la herida, es lo que le está produciendo ese picor.

Una vez que una se siente comprendida por su veterinario -por el de su mascota, se entiende- parece que los problemas -seguimos con los de la mascota- están cerca de solucionarse. Hasta que escuchas.

- Es alergia.

Como si no fuera suficiente con la que sufre servidora, como si hubiera que confirmar hasta en los males que los perros se parecen a sus amos, Hugo también es víctima de sus propias defensas.

- ¿Alergia a qué?.

- Pufff... puede ser a cualquier cosa. Vamos a empezar por lo más probable: alergia al pienso.

- Ahhhh... puede ser entonces que fuera por el último pienso que compramos- conjeturo mientras miro a mi cómplice, preguntándome si ella también recordará que el paquete en cuestión fue aquel que compramos de urgencia en los chinos.

"Ya decía yo que eso tenía que ser radioactivo", me digo para mis adentros, en un acto de cobardía, no exento de culpabilidad.

- No, qué va.- me aclara el amable veterinario.- Si es alérgico al pienso lo es a todos los piensos.

A esto le siguió una concienzuda explicación sobre la alimentación canina y el tamaño de las proteinas que sirvió para convencernos pero no para tranquilizarnos y cuya principal conclusión era que Hugo tendría que pasarse una buena temporada a base del único producto del mercado capaz de ser sintetizado adecuadamente por el organismo de los perros alérgicos al pienso.

Como no podía ser de otro modo, el susodicho producto, de venta exclusiva en clínicas veterinarias, tiene un precio acorde con su sofistificación.


Eso fue el sábado pasado. Desde entonces Hugo me mira con cara de pena cada vez que yo como mientras él desintegra proteinas. Yo le explico con cariño que la culpa no es mía, que son órdenes del veterinario, pero estoy convencida de que no me cree. Continua mirándome con esa expresión de niño desvalido, sin perder la esperanza de conmoverme.

De momento me mantengo firme, azaña que tiene más mérito si tenemos en cuenta que estoy convencida de que no tiene tal alergia.

- Éste perro va a tener Munchausen - le confesaba al bixo, mitad en broma mitad en serio, mientras nos dirigíamos hacia la clínica. Para los que no estén familiarizados con el término, el síndrome de Munchausen, que debe su nombre a un señor que volvió de sus años en el ejército contando aventuras increibles, lo padecen aquellas personas que se hacen daño a sí mismas con el único fin de estar en el rol de enfermas.


- Hay otra posibilidad,- dijo el veterinario, después de hacer un repaso por todas las posibles causas de alergia en los perros.- aunque es muy rara y se dá en un caso de cada xxxxxxxxxx, y es que sea un picor psicógeno.

No me atraganté porque no estaba bebiendo nada en ese momento.

Se me cuidan.

4 comentarios:

Mirta Peces dijo...

uffi...a parte d ser de "ultraderechas" soy inculta..qué es ese picor???
Pobrecillo Hugo, no? :(

Candela dijo...

Hola guapa.

Deja de gastarte dinero en el veterinario y en comidas raras. El perro te quiere llamar la atención. Te ve poco y cuando te ve aprovecha para joderte (lo que viene siendo un munchausen de andar por casa).

Se le pasará o se quedará sin pelo. O pruebas con él alguna terapia conductista y aprovechas para hacerte psicóloga de perros, que se debe ganar una pasta.

Besitoooooooos.

Anónimo dijo...

A Mirta:

¿Y desde cuándo eres de ultraderechas?.

Psicógeno = de origen psicológico.

A Candela:
¿Tú crees?. Para aplicar una terapia conductista, aunque sea de perros, habría que encontrar un "castigo" para él. A quien lo encuentre le regalo un viaje a las Bahamas.

Besos!

Candela dijo...

Cariño, creo. Y lo creo porque un perro es como un niño que dejó de crecer a los tres años (es un calculo que me hago yo, conociendo a los unos y a los otros). Y los niños son unos hijos de puta.

Castigo? Yo optaría por el conductismo con estímulo positivo. Pero si lo del viaje va en serio, aplica el refuerzo por usando la retirada de atención.

Los billetes, ya me los das cuando nos veamos.

Besos guapa. Ya te llamo este finde.

Amnistía Internacional