Elecciones 2008: La niña de Rajoy es socialista

Hoy han sido las elecciones generales. Hoy es un día grande para la democracia, el único día cada 4 años en el que quienes deciden no son los políticos, sino los ciudadanos.

Yo, al igual que los políticos, me he llevado todo el día un poco inquieta y cruzando los dedos. Ahora estoy más inquieta todavía, pero es culpa del café cargadísimo que me he tomado. En cuanto a las elecciones, estoy más relajada. De momento no tendré que irme a otro país para casarme, si llega el caso, o para adoptar, como algún día me gustaría hacer. De momento...

Hoy ha pasado algo curioso, paradojas de la democracia. A saber: pase lo que pase, todo el mundo gana las elecciones. Ha subido el PSOE en número de escaños, pero también lo ha hecho el PP. Con el 98% escrutado, fue lo último que escuché, PSOE-PP se quedan a la misma distancia en el congreso que estaban hace 4 años. Aunque el PSOE ha subido más, ambos han ganado posiciones. El panorama político se bipolariza aún más. "El tsunami bipartidista", lo ha calificado Gaspar Llamazares (coordinador general de IU), ha arrasado.

Los dos partidos mayoritarios han ganado escaños, y lo han hecho a costa de los pequeños. Pérdida histórica para el nacionalismo en general (Esquerra Republicana pierde escandalosamente y creo que se ha quedado en menos de la mitad, Coalición Canaria pierde, y el PNV pierde la mayoría histórica en el País Vasco). Hasta a nivel autonómico ha sido una catástrofe para los nacionalismos, al menos en Andalucía, donde el Partido Andalucista ha perdido su representación parlamentaria. Increible. Ni un escaño para su propia asamblea.

No voy a llorar por los nacionalismos, ni siquiera por el andaluz, que me da más penita, por humilde. Pero hay otros perdedores a cuyo lamento me uno hoy.

Esta victoria de la izquierda me deja un cierto sabor agridulce. Alivio, sí: no gobernará la derecha... de momento. Pero Izquierda Unida no sólo ha perdido cuantitativamente, también ha perdido el grupo parlamentario en el congreso. Ha perdido voz y ha perdido voto. Y eso no sólo me parece triste, sino también peligroso. La izquierda cada vez se va desdibujando más. Primero fuimos testigos de la desaparición del partido comunista, barrido en las elecciones de 1982 (cuyos votos se aglutinaron en la izquierda socialista), y ahora IU sigue su mismo camino en una bajada sin frenos.

El mapa político se parece demasiado al mapa económico: los grandes reabsorven a los pequeños, que no pueden hacer la competencia a los todopoderosos y asisten como testigos impotentes a su propia desaparición.

Esta vez la moneda salió cruz: ha ganado el PSOE (gracias, señor) y ha perdido la derecha (la cada vez más ultraderecha). Han perdido los nacionalismos (gracias, señor) y ha perdido el pluralismo político (el señor nos coja confesados), que constituye uno de los 4 valores superiores de nuestra constitución (que servidora se la tendría que saber al dedillo, dicho sea de paso, que ya se han convocado las oposiciones), al mismo nivel, no lo olvidemos, que La Igualdad, La Libertad y La Justicia.

Pero no todo está perdido. Precisamente para luchar contra el bipartidismo surgió un partido que se autodefinía como "Ni de izquierdas ni de derechas". Hoy ese partido ha ganado un escaño para el congreso y acaba de entrar en la escena política nacional. Una alternativa frente a los poderosos y frente a la inercia, y una esperanza para aquellos que creen que ya está todo el pescado vendido en política.

Ya veremos dónde quedan las promesas. A partir de mañana, nos toca de nuevo ser expectadores. Pero hoy ha sido un gran día. Y alguien ha tenido que cambiarle el nombre a la niña más famosa de la campaña electoral. Señoras y señores, la niña de Rajoy es socialista. :D

Se me cuidan.