El pantano de la tristeza

¿Habéis visto "La Historia Interminable"?. Qué película...

La vi por primera vez cuando era pequeña, en el cine. No recuerdo la edad exacta. Debía de tener unos siete años por aquel entonces, algo más joven que su protagonista Sebastian.

Lo que sí recuerdo y tengo grabado a fuego, al igual que mi madre, que lo sufrió conmigo, fue que necesité toda una semana para poder volver a dormir sin tener pesadillas. Mi madre, creo que aún hoy cuando lo cuenta, dice: "te dió mucho miedo". Pero no es así. No fue miedo lo que me produjo. Fue angustia.

Se me quedó grabada una de las escenas más duras de la película, en la que Atreyu estaba atravesando el pantano de la tristeza con Artax, su caballo, y éste último se va hundiendo poco a poco en las arenas movedizas del pantano de la tristeza. Por más que el valiente guerrero lo animaba, con lágrimas en los ojos, su fiel caballo se hunde cada vez más, preso del peso de su propia tristeza. Mi madre cuenta que en esa escena se tuvo que salir del cine conmigo. Y es curioso porque creo recordar la escena entera (y eterna). Tengo la imagen perfectamente fija en mi memoria. Me dí un buen lote de llorar en el cine, quizás fue entonces cuando me sacó afuera, hasta que se me pasara. Pero lo peor fueron las noches de angustia que le siguieron. Nada más cerrar los ojos, se me venía a la mente aquel pantano, la voz de Atreyu diciendo: "Artax, lucha, no te hundas!", y el pobre caballo cada vez más hundido. Aún hoy, al recordarlo, no puedo evitar cierto sobrecogimiento, cierto escalofrío recorriendo mi cuerpo.

Hoy quiero pedir algo de ánimo a algún dragón de la buena suerte. Algo de suerte, quizás.